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XEKEKO nos trae una excelente historia. La historia comienza con una visita inesperada, la sensual Jessica Osorio estaba cómodamente en casa, en ropa holgada y cómoda, con un diminuto top celeste que apenas y escondía ese hermoso par de tetas y un overol que aunque holgado ni así se podía ocultar el tremendo trasero que se maneja la hermosa colombiana, como era de esperarse éstas prendas le quedaban muy sexys a la vista.
Alegrando la mirada de los invitados que llegaban recién al país y a casa, después de no haberse visto por años, los hermanastros se saludaron con alegría y afecto , pero no llegas solo sino con el mejor amigo, ella lo ve muy guapo, respetuoso y sexy, pero para su ingrata sorpresa a él no le gustan las mujeres.
La plática se vuelve cada vez más interesante cuando la traviesa hermanastra colombiana comienza a hacer bromas en doble sentido, jugando con la tensión sexual y haciendo sugerentes movimientos que dejaban a plena vista su redondo culo.
Cada intento de la sexy colombiana por hacer caer al chico en sus tentaciones, fueron en vano. Ya que este mejor amigo tenía una preferencia personal por los hombres, sin tener gusto por las mujeres, el hombre rechaza el pedido de la joven pelinegra, quien es muy persistente y nunca se toma un "no" como respuesta final.
Muy pronto el hermanastro de la chica tuvo que irse a tomar una ducha, dejando solo a su mejor amigo en compañía de la coqueta colombiana, quien después de muchos intentos de seducción, logró que el hombre terminara por aceptar, cayendo a sus más bajos instintos, dejándose tocar por la sexy colombiana, dándose desde morbosos besos hasta caricias, que terminaron en buenas mamadas.
Teniendo toda la intención de volverlo hombre, ella le enseña lo que una fogosa colombiana puede hacer. Sacándole el lado más varonil, el amigo gay se volvió todo un macho follador. No te pierdas esta candente temática y disfruta como el hermanastro, viendo cómo le dan a Jessica Osorio, la cogida de su vida.
Shaira, una joven de 20 años, llevaba semanas luchando con los problemas de matemáticas que parecían complicarse más con cada clase. Su tutor, David, un joven de 42 años, había notado su frustración y se ofreció a ayudarla después de clases para reforzar los conceptos que no lograba entender. A pesar de sus esfuerzos, el tiempo en la escuela no fue suficiente para aclarar todas las dudas de Shaira, quien, decidida a mejorar, le pidió que fueran a su casa para continuar las lecciones en privado, buscando un ambiente más relajado y enfocado.
Cuando David llegó a la casa de Shaira, no esperaba lo que vería. Al entrar, la encontró en medio de grabar un video con una actitud provocadora, vestida con ropa sensual que contrastaba con la imagen que tenía de ella en el aula. La sorpresa lo dejó momentáneamente paralizado, pero mientras Shaira se daba cuenta de su presencia, la atmósfera cambió. La formalidad de la tutoría académica se esfumó rápidamente, y la tensión que había comenzado como una distracción, se convirtió en una palpable atracción entre ambos.
Los minutos pasaron y lo que debía ser una clase de matemáticas quedó en el olvido. Los gestos de Shaira, la cercanía, y la energía que ahora reinaba en la habitación los envolvió en una situación inesperada. La tensión sexual creció hasta que, incapaces de resistir la atracción mutua, ambos se acercaron hasta que sus labios se encontraron en un beso cargado de deseo, dejando a un lado cualquier propósito académico con el que habían comenzado la tarde. El coqueteo continuó hasta que ambos quedaron desnudos, dispuestos a calmar las ganas con el sexo más desenfrenado.
Cejota, un hombre de piel morena y actitud desafiante, camina por las calles de su ciudad como si fueran suyas, inspirando respeto y temor. Con la agilidad que lo caracteriza, toma una motocicleta ajena sin dudarlo y acelera, desafiando las reglas y a cualquiera que intente detenerlo. Cuando alguien se atreve a retarlo, él no duda en pelear, dejando claro que en su mundo, él manda.
Durante una noche salvaje, Cejota se cruza con una mujer de mirada intensa, la sensualidad entre ellos se hace palpable. Sin pensarlo, la invita a subir a la moto, y juntos recorren las calles, la adrenalina aumentando con cada giro. El rugido del motor acompaña sus risas hasta que llegan a un departamento en la cima de un edificio.
Una vez dentro, la tensión sensual entre ellos aumenta. Sus cuerpos ansiaban el contacto, las miradas cargadas de deseo, y la cercanía entre ambos hacen que el ambiente sea aún más erótico. Lo que empezó como un simple paseo en moto ahora se transforma en algo mucho más intenso y lleno de lujuria y sexo desenfrenado.
En un centro de estudios en Colombia, un joven rebelde de 20 años, se encontraba con las calificaciones más que bajas por lo que debía asistir a clases un sábado como sanción por sus constantes problemas en la escuela. Aunque el día estaba soleado y la idea de estudiar anatomía no le atraía en lo más mínimo, pero sabía que no tenía otra opción. Yendo a la escuela con desgano fue a clases esperando que fuera lo más rápida posible.
Al llegar al aula, se encontró con la sorpresa de que la profesora era una mujer impresionantemente bella, Shaira Psicosex. Sus rasgos exóticos y su presencia magnética contrastaban con la imagen que el rebelde alumno tenía de la clase. Shaira Psicosex, con su acento colombiano, le ofreció una sonrisa cálida y le aseguró que, aunque la anatomía parecía aburrida, podía ser un tema fascinante cuando se entendía muy bien.
A medida que la clase avanzaba, el alumno rebelde no pudo evitar sentirse cautivado por Shaira Psicosex. Ella no solo explicaba la anatomía con una claridad asombrosa, sino que también se movía con una sensualidad y elegancia que mantenía la atención de el alumno rebelde, fija en ella. La forma en que sus manos trazaban las partes del cuerpo en el modelo anatómico y su mirada profunda y comprometida comenzaban a despertar en él una mezcla de deseo y fascinación que distraía de la materia misma.
Cuando la profesora notó al joven distraído, lo llamó para demostrar con su propio cuerpo, ejemplos de anatomía. Entre caricias y toqueteos, el alumno se iba sintiendo más caliente. La profesora no se quedaba atrás, ya que después de tocarle los fuertes brazos al hombre, fue bajando para palpar con deseo el enorme paquete que su pantalón escondía. Admirada por el gran tamaño, comenzó a chuparlo, dándole una rica mamada que terminó en el sexo más intenso sobre el escritorio del salón de clases.
Imagínate tener una tierna hijastra que acaba de cumplir 18 añitos, solos en casa y te acuerdas que hace unos días al limpiar su habitación encontraste varias revistas porno, tu hijastra ya no es tan inocente que digamos, una tarde ves que ella se te insinúa al estar solos los 2, no haces caso puesto que aun la ves diferente, además, debes de dar el ejemplo como un buen padrastro que eres.
Es tanta la tentación que te atreves a seguirle el juego, después de todo qué es lo peor que podría pasar, ella es tu hijastra, es mayor de edad y ella desea mucho aprender en el mundo del sexo. Horas más tarde cuando subes a su habitación para avisarle que baje a comer la cena.
La ves con un pequeño vestido que se le nota todo el redondo bien formado y apretadito culo que tiene, lo piensas varias veces pero , al final caes y la empiezas a tocar esperando que no se dé cuenta, pero para tu sorpresa ella fingía descansar y decide seguir al siguiente paso, se empieza a desnudar y ambos terminan teniendo la mejor follada de sus vidas, a ella le enseñas a coger y ella te enseña el verdadero placer, al final tu esposa no se enterará.
Era una tarde lluviosa y el tráfico estaba pesado, pero eso no detuvo a Martín, un repartidor de comida que trabajaba a toda prisa para completar su última entrega. Miraba su GPS con frustración, notando que se había equivocado de dirección. Deteniéndose frente a un pequeño edificio, tocó la puerta por error. Al abrirse, lo recibió una mujer de cabello oscuro y ondulado, con una piel canela que contrastaba con su suave bata de seda. "Creo que te has equivocado, pero si necesitas cargar tu celular, puedes pasar", dijo con una sonrisa coqueta y un acento colombiano que lo desarmó. Martín, notando que su celular estaba a punto de apagarse, aceptó la invitación, sin sospechar cómo cambiaría el rumbo de su noche.
Entró al apartamento, acogedor y perfumado con un aroma floral. Mientras conectaba su celular, la mujer se presentó como Valeria y, con naturalidad, mencionó que iba a darse una ducha rápida antes de continuar la conversación. Martín, algo nervioso, intentó concentrarse en revisar su teléfono, pero su mente estaba distraída, consciente de los sonidos del agua corriendo en el baño. El ambiente en el apartamento era íntimo, y la espera solo hacía que la tensión aumentara. Cada minuto se sentía más largo, mientras su imaginación volaba con cada pequeño ruido que venía del cuarto de baño.
Valeria salió de la ducha con la bata ligeramente entreabierta, mostrando un poco de su piel húmeda y brillante. Se acercó con una naturalidad que, lejos de relajar a Martín, hizo que la tensión en la sala creciera. "Gracias por esperar", dijo con una sonrisa que dejaba intuir intenciones más allá de la simple hospitalidad. El silencio que siguió no era incómodo, sino cargado de una electricidad palpable. Valeria se sentó cerca de él, tan cerca que el calor de su piel parecía invitar al contacto. Sus miradas se encontraron, y Martín sintió cómo su respiración se aceleraba.
Sin palabras, como si ambos supieran lo que iba a pasar, Valeria se inclinó lentamente hacia él. Martín, sin poder contenerse más, la tomó de la cintura y sus labios se encontraron en un beso intenso, cargado de la tensión que habían sentido desde el momento en que ella abrió la puerta. Todo lo demás desapareció, el error en la dirección, la lluvia afuera, solo quedaba el momento compartido, donde la atracción mutua finalmente se desbordó en el pequeño apartamento iluminado por la tenue luz de la tarde.
Un suertudo técnico, junto a su jóven aprendiz hacen una visita a domicilio a una atrevida colombiana embarazada, con la finalidad de reparar su PC que estaba demasiado lenta. Ellos no imaginaban que el motivo de tal desfuncionamiento era las grandes cantidades de páginas porno visitadas por parte de la jóvencita embarazada, lejos de intimidarse, la putita se puso caliente hasta besarle la verga al técnico. La traviesa embarazada chupaba como una hambrienta de verga, ya que siempre tiene un nivel de calentura elevado.
No hay nada más sensual para hacer con una embarazada, que darle una buena chupada de tetas y es eso lo que justamente la terminó de excitar por completo, sumado a una rica masturbada en su sensible conchita, llevando a la colombiana a un nuevo punto de excitación. A pesar de su estado de gestación, la muy atrevida recibió y pedía duras embestidas en el coño.
Nuestra encantadora modelo, Sarah Griffin nos demuestra que no importa la circunstancia, incluso con una enorme barriga de embarazada, puedes coger cual puta si la calentura lo permite. Parece que el buen técnico la volverá a preñar a esta clienta latina de buen culo blanco y enormes tetas.